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MENSAJE
ABRIL 30 DEL 2008 Estimadas Egresadas y egresados, Mi gratitud a los organizadores por haberme distinguido con la invitación de apadrinar a este muy valioso grupo de 280 jóvenes egresados de una institución tan seria y tan querida por todos nosotros: el Instituto Tecnológico de Acapulco. Me alienta participar en esta importante ceremonia y compartir, con sus familiares, la emoción de ver culminada su carrera profesional, y el inicio de la puesta en práctica de todos aquellos valores, conocimientos y habilidades que el Tec, y su respetable comunidad académica, trataron de darles, de cara a una sociedad cada vez más competitiva. Les expreso mis mas sincera y cordial felicitación, porque serán ustedes, ahora, como profesionistas, el capital humano que demanda el sector productivo y, por otro, seres humanos con sensibilidad para participar, promover y desarrollar las condiciones, a efecto de que la sociedad a la que se deben, pueda gozar de una mejor calidad de vida. Nuestra época esta marcada por la globalización que lo abarca todo: la Tecnología, las finanzas, el comercio, la información, la cultura; no podemos sustraernos a esta tercera ola como la llama Toffler. La disyuntiva es clara: o cambiamos con el mundo para entenderlo, aprovechar sus oportunidades y enfrentar sus riesgos o el mundo cambiara sin nosotros. Para lograr verdaderamente un futuro mejor, estoy convencido que requerimos, entre otras decisiones fundamentales, invertir mas en educación; e invertir mas y mejor en educación tecnológica. La educación superior tecnológica es, sin duda, el eje de avance, desarrollo e independencia que requerimos. Educación de calidad concebida como el gran impulso de la equidad social. Por que si queremos una sociedad distinta y mejor necesitamos jóvenes bien capacitados, como ustedes. El éxito o fracaso estará dado por esta variable y el éxito o fracaso de cada joven estará determinado por la capacidad de acceder a la nueva tecnología, a la informática, y a la información en general. Se trata de superar una nueva barrera, la barrera del analfabetismo funcional que se ira marcando cada vez con mejor claridad entre quienes tienen acceso a la sociedad del conocimiento y a la tecnología de la información y quienes no lo tienen. Ustedes representan nuevas esperanzas para fortalecer los diversos campos de nuestras actividades económicas. Necesitamos, ahora, con el concurso de ustedes contribuir a la construcción de una economía más fuerte, competitiva, generadora de riqueza, empleo y bienestar para todos. En medio de muchas variables no muy favorables, lo cierto es que seguimos siendo un país y una ciudad de jóvenes. El promedio de edad de la población es de 27 años y eso significa que hasta el año 2030 la población en edad de trabajar será mayor a la población dependiente, es decir, a los niños y a los adultos mayores juntos. Hay un enorme potencial de crecimiento, de fortaleza y de prosperidad encerrado en su juventud, y en los que vienen otras, pero en el futuro destacaran solo los países, estados y ciudades que sean capaces de sostener y avanzar sus esfuerzos en materia de educación, ciencia, tecnología e investigación. Por eso quiero invitarlos a que pensemos en un futuro distinto y mejor; a que seamos capaces de imaginarnos con la capacidad de salir adelante; de aprovechar al máximo todas las oportunidades y que aporten las mejores soluciones a los múltiples problemas, que enfrentamos a que potenciemos las actividades económica de Acapulco y de Guerrero y que, nosotros, sociedad y gobierno, seamos capaces de garantizar un ingreso digno y acorde a lo que han estudiado y para lo que se han preparado. Gracias a la ciencia y a la tecnología, la humanidad es hoy capaz de solucionar problemas tales como la alimentación, la vivienda o el desarrollo de condiciones más justas de vida, pero se resiste tercamente a hacerlo. ¿Cómo es posible que una economía boyante, más próspera y globalizada que nunca, como la estadounidense, mantenga todavía a más de la mitad de la humanidad en la pobreza? Así es el mundo en toda su complejidad, con grandes promesas globales e innumerables y trágicas traiciones.
Yo estoy convencido, sin embargo, que ustedes tiene los elementos necesarios para dejar entrar en sus vidas la realidad perturbadora de este mundo, de tal suerte que puedan sentirlo, pensarlo críticamente y responder a sus sufrimientos, comprometiéndose con él de forma constructiva. Sólo cuando dejamos que la experiencia directa nos toque el corazón, nuestra mente se podrá sentir desafiada a cambiar. Yo espero que su paso por esta institución los haya hecho no solo profesionistas tecnológicamente preparados, sino que, también, los haya marcado profundamente en el corazón y que sean mujeres y hombres que no vivan para si mismos, sino que sean hombres y mujeres para los demás; es decir, hombres que no conciban el amor a Dios sin amor al hombre; un amor eficaz que tiene como primer postulado la justicia. Ustedes son la esperanza de un futuro mejor; sin tanto sufrimiento, sin tantas injusticias, sin tantas diferencias sociales. Ustedes tienen la capacidad y los recursos que hacen posible creer que esto se puede cambiar, pero hay que tener la voluntad de querer hacerlo y dejar que nuestra sensibilidad perciba los problemas para que podamos generar respuestas adecuadas. Nunca será excesivo insistir en que los seres humanos somos objeto supremo, de toda labor educativa y son ellos y no las maquinas quienes generan riqueza en el proceso económico y quienes crean las condiciones que hacen posible la vida digna en sociedad. Queremos que ustedes se conquisten así mismos y de ahí conquisten al medio que los rodea, para no depradarlo sino para expandirlo, mejorarlo, protegerlo y aprovechar plenamente sus frutos para que, desde ahí, conquiste mercados y genere valores que, al reinvertirlos, sean capaces de ofrecer empleos dignos y bien remunerados para todos. Queremos profesionistas competidores de buena Lid. Hombres y Mujeres aptos para competir como los mejores. Jóvenes comprometidos en la construcción de un mejor destino para todos. No me resta mas que pedirle al Señor de la Historia que se haga presente en sus corazones, dándoles la fortaleza necesaria que los conduzca al compromiso con esta realidad y los ilumine para que respondan a los retos que vayan a tener que enfrentar haciéndolos verdaderos agentes de cambio que construirán un mundo nuevo, un estado mejor y una ciudad limpia y verde, con agua, que de empleo, educadora, segura, y justa, que se merecen nuestros hijos. ¡Nos sentimos verdaderamente orgullosos de todos ustedes! ¡Los invito a que avancemos con paso firme y decidido, a la conquista del porvenir! ¡Vamos por un mejor futuro para todos!
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