Revista a de Divulgación
revistaa
 

1 2
4
 
 
 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

   
 

 

Rebelión de las tribus

Rodrigo Huerta Pegueros
Analista político y periodista

 

Los perredistas del estado de Guerrero no tienen perdón. No terminan todavía de digerir la derrota electoral mas estrepitosa de su historia ocurrida el pasado 5 de julio y continúan confrontándose y enfrentándose, buscando culpables dentro y fuera de su organización.
No se dan cuenta de que a nivel nacional los perredistas han pasado ya la hoja y están no solo tomando acuerdos para coordinar sus esfuerzos en la cámara de diputados del Congreso de la Unión, responsabilidad que recayó en la figura de Alejandro Encinas Rodríguez y tienen puesta su atención en la próxima asamblea nacional a realizarse en el mes de Diciembre para lograr la tan codiciada refundación del partido.
Aquí en Guerrero, los perredistas no se han percatado de que sus discusiones, al mas puro estilo del asambleísmo soviético, no les llevarán a nadas positivo y solo ahondarán en sus diferencias y divisiones que les llevó a tener un fracaso electoral nunca antes visto.
Las tribus o corrientes políticas al interior del perredismo guerrerense buscan que alguien se las pague y tratan de buscar culpables a como de lugar. No les importa si lo que hacen los debilita aún mas y se ponen en entredicho ante los ojos del electorado que ven con cierta tristeza el desmoronamiento de la fuerza de izquierda mas representativa a nivel nacional.
Los perredistas a nivel nacional no solo llegaron a acuerdos en el congreso, sino que decidieron echar por la borda la petición sobre la expulsión del ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, a fin de no ahondar en la división y por ende en el debilitamiento del Partido de la Revolución Democrática.
Aquí en el estado, los perredistas no quieren aceptar que todos contribuyeron al fracaso electoral que vivieron el pasado 5 de julio y quieren insistir en culpar de todo al gobernador Zeferino Torreblanca Galindo de quien solo una minoría todavía pone en la mesa de discusión el deslinde del PRD con el mandatario.
No quieren aceptar y parecen ignorar, algunas tribus, que el secretariado estatal perredistas ha dado a conocer a propios y extraños un análisis sobre las causas que llevaron al PRD a sufrir el descalabro electoral del pasado 5 de julio.
En forma por demás autocrítica, la dirigencia estatal perredista confiesa su mea culpa  y deslinda al gobernar Torreblanca de lo que algunas tribus rebeldes lo acusan. He aquí unos ejemplos:
Nuestro partido que nació combatiendo el modelo neoliberal se ha rendido ante la fatalidad olvidando su propuesta económica alternativa en el discurso, en las campañas, en el debate público y en el ejercicio del gobierno. También en los hechos arriamos banderas olvidando las aspiraciones y los reclamos sociales y nos regodeamos en los pocos espacios conquistados en el poder público. Nos hemos apartado del movimiento social. En lo interno partido y corriente privilegiamos la construcción de un padrón de afiliados, instrumento en las elecciones internas y abandonamos la construcción de la estructura partidaria que es indispensable en las elecciones constitucionales’.
El documento del secretariado estatal del PRD aclara dudas cuando desvela que ‘todos fallamos y todos somos corresponsables. Reconozcamos que pudimos rendir mejores resultados. Sin embargo pareciera que a todos nos abandonó el optimismo y la esperanza que son virtudes de la izquierda guerrerense. El 5 de julio, la izquierda guerrerense sufrió la mas contundente de las derrotas electorales, njo está demás decir que es la consumación de una serie de errores internos, la división nacional, la confrontación estatal, la falta de pulcritud del proceso para seleccionar a nuestros candidatos a diputados federales , el retiro de los aspirantes que no obtuvieron la candidatura y el desánimo , la actitud derrotista de la gran mayoría de los cuadros del PRD en todos los niveles en todo el estado’.
Sería conveniente que los perredistas de Guerrero releyeran el análisis que sobre el proceso electoral dieron a conocer en reuniones pasadas y propusieron a la vez llevar a cabo nuevas reuniones de reflexión para encontrar caminos que los lleven de nueva cuenta a la unidad de todos los partidarios y militantes, a la vez que se busquen vías para lograr de nueva cuenta una gran coalición de fuerzas progresistas y de izquierda que los lleven a refrendar el triunfo electoral obtenido en febrero del 2005.
Insistir en demandar el descabezamiento de los dirigentes estatales del PRD en Guerrero es ahondar en las divisiones internas y aún más, cuando se quiere promover el deslinde del partido con uno de los activos más importantes con los que cuentan que es el gobernador Zeferino  Torreblanca Galindo.
Los perredistas de Guerrero se olvidan que no son un partido estatal y que pertenecen a una organización nacional. Por lo tanto, deben seguir los lineamientos que han diseñado los dirigentes nacionales y llegar como partidarios perredistas a la asamblea nacional con la fuerza de una organización fortalecida y unida y no débil y enfrentada como se encuentra actualmente.