Director: David Martínez Téllez

Num. 159, abril 2010

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INDICE 159

 

EL MOVIMIENTO UNIVERSITARIO GUERRERENSE

LA EVOLUCIÓN DE LA INSTITUCIÓN DE EDUCACIÓN SUPERIOR AL PARALELO DE LA EVOLUCIÓN DE LA SOCIEDAD GUERRERENSE.

INTRODUCCIÓN

El presente texto se hace en base a la teoría de Alain Touraine acerca de La producción de la sociedad y los movimientos sociales, aplicada al análisis de La Institución Universitaria  y el movimiento universitario guerrerense. Esta es solo una aproximación que requiere de una investigación exhaustiva con trabajo de campo, revisión de archivos, entrevistas y trabajos de campo, que requiere de recursos humanos y materiales, solo es una pequeña reflexión personal y académica.
La historicidad en la sociedad guerrerense*
Una sociedad concreta es la mezcla de diversos tipos de historicidad: El modo de producción dominante, y una gran variedad de formas sociales que conviven en subordinación con este, las rurales arcaicas, mercantiles simples, producción industrial de bienes, de servicios, de conocimiento, etc.
En el Campo de la historicidad los elementos del Sistema de Acción Histórica (SAH) están en tensión y las clases sociales, cuyas relaciones se definen por la doble dialéctica, están en franco conflicto.
Las Instituciones.
Se denomina como las instituciones, a todos los sistemas de papeles regidos por normas y, en consecuencia, por valores.
Nada escapa al dominio de las instituciones, salvo la desorganización social, la crisis de valores, de normas, de colectividades o de papeles y roles. Estas percepciones resultan falsas para el análisis sociológico.
La acción institucional, atañe a sectores organizados: la escuela, familia, hospitales, relaciones de trabajo, etc.
Las universidades, la retórica universitaria.
Las instituciones son siempre instrumentos de coacción a la vez que de legitimación…, son excluyentes,  sobre todo de la acción de las clases dominadas.
Las Instituciones son los mecanismos de elaboración de decisiones cuya aplicación sanciona una autoridad legítima. Dependen del estado del Sistema de Acción Histórica (SAH) y de las relaciones de clase. (Touraine 1995, “La producción de la sociedad”)*
Las instituciones universitarias.
Las IES son instituciones cuya función es ofertar a la sociedad servicios educativos de calidad, plasmados en programas educativos de nivel superior, bachillerato universitario, licenciatura, posgrado: maestría, doctorado y especialidades, son instituciones educativas formadoras de profesionales en las disciplinas básicas y de alta especialización, en ciencias, ingenierías, tecnológicas y bajo el modelo por competencias, habilidades y formación valoral, artísticas y culturales. (Nuevo modelo educativo de la UAG, 2002)
Las funciones sustantivas: docencia, investigación científica y extensión de productos y servicios, vinculación social, mediante prácticas profesionales y servicio social obligatorio.
Son de carácter público, estatales y privadas, con régimen de autonomía y OPD’s.
Las autónomas se amparan en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en particular el ARTÍCULO 3º y 123, apartado “B” que rige las relaciones laborales de sus trabajadores. Las propias leyes locales de las soberanías, que le otorgan autonomía y la autoadministración de sus recursos y rigen su funcionamiento administrativo, académico y organizacional y formas de elección de autoridades.
La retórica es el discurso construido por académicos e intelectuales, a partir de su propia organización, ideología  y filosofía institucional, su función de producción de conocimiento y generación de saberes y tecnologías que les permite constituirse en organizaciones sociales con espacio, territorio y funcionalidad específica dentro de la producción de la cultura científica y conocimiento necesario dentro del Campo de la Acción Histórica y forma parte de la historicidad dominante en la sociedad históricamente determinada.

  1. El estado de Guerrero: La historicidad de las clases dominantes sureñas

El estado de Guerrero es creado como parte de las entidades componentes de la República Federal del Estado mexicano desde 1849*, que el Congreso de la Unión decreta su erección como estado de la federación denominada Estados Unidos Mexicanos (a semejanza de la República Norteamericana: USA).
Los liberales, mismos que se entablaron en una disputa por la “nación” frente a los “conservadores”, desde Vicente Guerrero e Iturbide (Decreto de Independencia y primer reinado de Iturbide I, asentado en el Plan de Iguala de 1821, quedando Guerrero como jefe de la Guarnición del Sur, asentada en la ciudad de Chilapa), hasta Juan Álvarez Hurtado y Nicolás Bravo. (Ver: McGowan, G. “La creación del estado del sur o de Juan Álvarez, siglo XIX” 1995). El autor dice que los antecedentes de la creación del estado de Guerrero se remontan a la creación de la Provincia de Tecpan por el general José María Morelos, líder de la Insurgencia independentista en 1811.
Los hacendados españoles y mestizos (indo-afro-español), se incorporaron a las fuerzas independentistas del generalísimo Morelos, heredero del cura Miguel Hidalgo. “Morelos se aprestaba a cumplir las órdenes de Hidalgo, en el sentido de formar un bastión insurgente en el sur. En la Costa Grande” (antes provincia de Zacatula) se sumarían a sus fuerzas Hermenegildo Galeana y hermanos (Juan José, José Antonio y Pablo), además de los Bravo, Leonardo, Miguel y Nicolás. Hacendados de Chichihualco, aledaño a Chilpancingo, que fue asiento del 1er Congreso de Anáhuac en 1813; “llevados ante Morelos por Hermenegildo Galeana. Estos fueron los hacendados que formaron parte de las fuerzas insurgentes en el sur. Desde Tixtla se incorporan Vicente Guerrero y Manuel Altamirano, liberales y militares de la insurgencia (indomestizos pobres). La historia postindependentista la encabezan Guerrero, Nicolás Bravo y Juan Álvarez (este último impulsor y creador del estado de Guerrero en alianza con Nicolas Bravo, frente a los poderosos conservadores de Toluca, Olaguivel) en 1847 luchan para enfrentar la invasión norteamericana. Los liberales se mantienen en el poder con el juarismo y porfirismo hasta 1910. A pesar de la primacía española en la Insurgencia, “el liderazgo de la insurgencia en el sur también quedaría integrado por arrieros y muleros de diferentes razas y estamentos y por curas provenientes del bajo clero. (Illades 2000: 33) Iturbide pacta con Guerrero la Independencia de España y se corona.
Después de la Independencia de la Nueva España (1821), las relaciones comerciales con España (Sevilla-Veracruz) y las islas del Archipiélago de Filipinas-Acapulco-Perú (Nao de Manila), que consistían en las rutas comerciales de Tornavuelta de la Corona española desde el siglo XVI al XIX (1811-21), son interrumpidas.
Illades (2000: 26) parafraseando al geógrafo y navegante barón de Humboldt, nos dice acerca de la clase dominante en ese tiempo en el Sur de México (en razón de que el territorio del Puerto de Acapulco pertenecía al estado de México, cuya capital era Toluca).
“Los comerciantes –españoles y demás europeos- fueron uno de los grupos sociales más poderosos durante la época colonial. El monopolio otorgado a los consulados formados por ellos les ofreció la oportunidad de amasar grandes fortunas. …Todavía a principios del siglo XIX el comercio novohispano solía realizarse en fechas y lugares fijos. Gran parte de los intercambios se efectuaba en mercados semanales o mensuales y en ferias anuales. Tal es el caso de la feria de Acapulco, que, junto con la de Xalapa, se contaba como las más famosas de la época. En el puerto guerrerense atracó el célebre galeón de Manila durante un largo periodo que va de 1565 a 1821.” Para observar la evolución política de Guerrero es preciso revisar el texto de Carlos Illades (“Breve historia de Guerrero” 2000). Las contradicciones entre liberales radicales y moderados y la lucha de Álvarez y Bravo por crear el estado del Sur, hoy estado de Guerrero (1847-49), los Álvarez y Vicente Jiménez se disputan el control de la entidad durante el periodo de La Reforma hasta el porfiriato. Los hacendados  de las diversas regiones y comerciantes españoles de Acapulco se convierten en las clases dirigentes de la entidad, frente a la clase popular compuesta por el campesinado y trabajadores de los astilleros y bodegas comerciales de Acapulco. Realmente no hubo burguesía industrial clásica, sino latifundios agrocomerciales, algodoneras, maiceras, mineros (oro, plata y mercurio) propiedad de mestizos, rancheros y clases medias ligadas al porfiriato y Diego Álvarez, Arce y demás gobernadores porfirianos.  Viene la revolución de 1811 y los Figueroa que dominan hacia Morelos, fueron maderistas, carrancistas y delahuertistas, se oponen a los zapatistas del Norte encabezados por Adrian Castrejón, Chón Díaz y Jesús Salgado que controlan la entidad desde Tierra Caliente, Norte, Centro y Montaña desde la toma de Chilpancingo en marzo de 1913, al derrotar al general Cartón en la Plaza de San Mateo, hasta La Convención de Aguas Calientes en 1915, siendo estos, derrotados finalmente por los carrancistas de 1916 hasta 1920 que Obregón toma el poder. (Ver Ravelo, R. “El zapatismo en Guerrero”, UAG). El general Mariscal controló la Costa Grande y Acapulco, preservando los intereses de los latifundios y hacendados costeros y las casas comerciales de españoles de Acapulco, los Munúzuri, Arana y Fernández-Iturburu-Galeana.
Esta situación de monopolio mercantil se mantiene hasta mucho después de la Independencia, el periodo “antigachupinista” de la guerra agrarista de 1921-1929 (Fin del Plan de El Veladero) Cuando los agraristas costeros son indultados por el gobierno federal y es ungido el general zapatista Adrián Castrejón como gobernador de Guerrero.
La Casa de Oviedo, asiento de los comerciantes españoles, perduró durante más de un siglo, hasta las expropiaciones de agraristas locales, aglutinadas en las organizaciones de campesinos y productores del régimen castrejonista (1929-33) y posteriormente cardenistas (1934-40), Liga de Comunidades Agrarias y PSG, Partido Socialista de Guerrero, creados para el control y organización del movimiento agrarista y campesino, frente a las embestidas políticas y militares de los latifundistas (españoles y latifundistas del carrancismo y callismo). Los agraristas triunfan frente a los latifundistas y se da la persecución y asesinato de los hacendados y latifundistas españoles de la Casa de Oviedo. Las contradicciones se inician desde la Revolución y el periodo posterior, las fuerzas salgadistas de 1913-14 se enfrentan a las fuerzas carrancistas representadas por los Figueroa, Julián Blanco y Silvestre Galeana Mariscal. Los zapatistas se alían al obregonismo a partir del triunfo de este sobre Carranza en 1920 y la anterior muerte del caudillo del sur en la traición de Anenecuilco.
Las fuerzas de Juan R. Escudero Reguera (1921-23) se hacen obregonistas y se enfrentan a los comerciantes y latifundistas españoles. La contradicción fundamental se da entre la clase dirigente la burguesía agro-comercial-usurera de Acapulco y ambas costas y el obrero-agrarismo de los Escudero-Vidales-Radilla (Partido Obrero de Acapulco). Ravelo L., R 1985.
De 1940 en adelante el grupo alemanista da marcha atrás al agrarismo estatal y se encumbran otros grupos de poder agrocomercial que desde la expansión turística y expansión coprera y cafetalera desarrollan una nueva plataforma para políticos ligados al poder central y a la naciente burguesía ligada al capital trasnacional y a los poderes locales de ricos comerciantes y latifundistas que explotaron los recursos del campo  y las maderas, expropiaron los ejidos con playas codiciadas por los capitalistas nacionales y extranjeros.
Esta historia se expande hasta el gobierno de Caballero Aburto y sucesores, Abarca Alarcón, hasta el gobierno de Nogueda Otero y Rubén Figueroa F. La extendida riqueza de caciques locales y personajes políticos del viejo régimen priísta, ha sido un entramado de poderes locales e intereses capitalistas locales, nacionales y trasnacionales que se han apropiado de los recursos naturales y agropecuarios, que junto a la “industria turística” han sido los factores económicos y políticos que han sido marco de las instituciones estatales y políticas del régimen posrevolucionario. (Ver: Gomezjara, F. 1985, 87 y Bartra, A. 1995, 2000)

  1. Orígenes de la Universidad de Guerrero.

Sus antecedentes se dan desde mediados del siglo XIX, las instituciones educativas juaristas que ofertaban la educación básica y posteriormente la educación secundaria y media superior y superior, Colegio de Señoritas, hasta el Colegio del Estado y la Universidad creada en 1959.
Inmediatamente a su decreto de creación de la Universidad de Guerrero, se genera un movimiento de rechazo al mismo, se gesta la huelga universitaria en el mes de marzo, encabezada por la Federación Estudiantil (posteriormente FEUG) encabezada por Pablo Sandoval, Juan Alarcón, Jesús Araujo Hernández y otros más, miembros de la juventud del PRI y de la JCM. El movimiento estudiantil universitario aglutina otros sectores de productores, campesinos y gremios laborales como sindicatos electricistas y de empresas propiedad de la familia Aburto, convirtiéndose en un movimiento popular de resistencia ante las políticas del grupo en el poder, latifundistas y burócratas del gobierno, caciques locales y regionales que controlaban las organizaciones oficiales de sindicatos y campesinos, etc.
El conflicto universitario-popular desemboca en la matanza del 30 de diciembre de 1960 y la consecuente desaparición de poderes por el Senado de la República y la consecuente reconstitución del régimen priísta (gobierno, partido y organizaciones sociales), fuertemente cuestionadas y debilitadas por las fuerzas cívicas creadas y fortalecidas por el movimiento universitario-popular que tomaron el control de municipios afines al movimiento. Culminando con la gesta electoral de 1963 y la represión cruenta a las fuerzas cívicas encabezadas por Luis Suárez y Genaro Vázquez. En este contexto de reconstitución del régimen dominante en 1963 se emite la Ley orgánica que otorga la autonomía universitaria, se instituye una “junta de gobierno” formada por el Dr. Sandoval Cruz, Aarón M. Flores y el biólogo Ricardo Klímek Gamas, y posteriormente se nombra como rector a un distinguido personaje del nuevo gobierno priísta.
El movimiento de 1965 y la expulsión de 200 universitarios.
Se realiza un movimiento opositor a las autoridades del rector Gómez Moharro, siendo derrotado y como consecuencia, son expulsados cerca de 200 universitarios, entre ellos a algunos militantes de la Juventud Comunista (JCM), los hermanos Alcaraz Vega, Hidalgo Mondragón, Pablo Sandoval Ramírez y hermanos, los hermanos Núñez, etc. De las carreras de Agricultura, Derecho, Filosofía y Humanidades y la preparatoria uno todas ubicadas en el Edificio Docente de Chilpancingo. (Ver: Octaviano Santiago, El movimiento estudiantil guerrerense). De esa manera se afianzan las fuerzas progubernamentales en la Universidad.
El movimiento estudiantil de 1968  no influyó en la UAG, la disidencia estaba derrotada, solo algunos estudiantes de la  preparatoria  Uno se solidarizaron (Carmelo Cortés, entre otros)
El secuestro del rector Castrejón Díez y la guerrilla de Genaro Vázquez en 1972. Este fue el contexto en que las fuerzas beligerantes de la insurgencia guerrillera golpean a las fuerzas gubernamentales, secuestrando autoridades universitarias, representantes de las oligarquías locales, Castrejón Díez, empresario taxqueño, político y profesionista universitario, así como el director de la preparatoria 2 de Acapulco O’Farrill, que es secuestrado por una célula del PDLP. Encabezados por Octaviano Santiago D. Dio pie para que el Consejo Universitario convocara a elecciones, después de la renuncia de Castrejón Díez.
Las elecciones y el triunfo de Rosalío Wences Reza en marzo de 1972.
Ante la coyuntura de golpeteo a las fuerzas oficiales y el fortalecimiento del activismo de las fuerzas de izquierda y demócratas, algunos dirigentes se dieron a la tarea de buscar un candidato a la rectoría que los representara, y localizaron al Dr. Rosalío Wences Reza, académico de la UNAM, recién formado como sociólogo en universidades prestigiadas de los Estados Unidos, además de ser guerrerense (Temixco, Guerrero, región de Tierra Caliente), es convencido por Fernando Pineda Menez, Pablo Sandoval Ramírez, dirigentes universitarios comunistas, y Saúl López López (sobreviviente de la lucha de 1960en Chilpancingo). Es así como los opositores al oficialismo universitario, participan con candidato propio, y logran ganar las elecciones en marzo de 1972 y el Consejo Universitario nombra como rector al Dr Wences Reza, empezando una gestión universitaria de izquierda, no sin frecuentes confrontaciones, atentados y presiones por parte de grupos de porros, estudiantes progubernamentales y militantes del PRI. El gobierno de Israel Nogueda Otero, presiona al rector, pidiendo su renuncia y condicionándole el subsidio (10% del otorgado por la SEP), sus fuerzas, toman rectoría y escuelas y usan la fuerza en la prepa uno y Derecho para sacar a los comunistas de las aulas universitarias, Efrén Leyva, David Guzmán, Mario Cerros, Castillo y Salgado, el cubano Capote, algunos de ellos, fueron expulsados por el Consejo Universitario por la toma de edificios universitarios y acciones violentas contra profesores y alumnos de la UAG. Algunos líderes universitarios adeptos al rector usaron la “autodefensa armada” para acceder a sus escuelas, donde los porros los asediaban. La situación cambia cuando es destituido el gobernador Nogueda Otero y accede al poder (después del secuestro del candidato por el PDLP) el Ing. Rubén Figueroa F., compadre del presidente Luis Echeverría y cabeza de las reformas y políticas contrainsurgentes que dieron como resultado el triunfo de la contrainsurgencia militar y la derrota de la insurgencia guerrillera en la sierra de Atoyac y el secuestro de simpatizantes de la guerrilla en la universidad. Se crean nuevas carreras y escuelas de bachillerato en otros municipios, descentralizando el bachillerato universitario en Teloloapan, Taxco, Ometepec, Tecpan, la 7 en Acapulco para competir con la prepa 2, donde las fuerzas progobiernistas tenían presencia, etc. Pablo Sandoval y Fernando Pineda,  Rafael Trejo, junto con estudiantes como Airón Sáenz y Esteban Dávalos de la JCM, se enfrentaban a los porros encabezados por Obdulio Ceballos, este último, finalmente asesinado en 1975 a las puertas de prepa 7.
 
El PCM toma la conducción de la UAG en 1975 en el contexto del movimiento universitario nacional. Al final del periodo de Wences Reza en 1975, el Dr. Arquímedes Morales, director de la escuela de Ciencias Químicas, es lanzado como candidato de la izquierda y del PCM a la rectoría de la Universidad, triunfando en las escuelas y ratificado por los consejeros universitarios en sesión del HCU, tomando posesión en abril de ese mismo año, recrudeciéndose las relaciones con el gobierno de Figueroa Figueroa y con el gobierno federal, se le invaden las instalaciones de la escuela de Agricultura por parte del ejército, y se le condiciona el subsidio, se realiza una marcha universitaria el día del informe del gobernador el 1º de abril de Chilpancingo a la ciudad de México y se entablan las negociaciones en gobernación y la SEP, dándose el acontecimiento conocido como el “calzonaso”, siendo exhibido el rector en calzones en el diario Excelsior, foto tomada con su secretaria en un hotel de la ciudad, previa a la entrevista con las autoridades de la SEP, esta fue tirada desde una avioneta a la marcha universitaria, generando serias críticas entre los marchistas, se confrontas los grupos del rector con los “niños héroes” de agricultura que disputaban la conducción del movimiento universitario.
El marxismo se introduce en la currícula del bachillerato (manualismo y vulgarización de la ciencia, acción  panfletaria, expansión de la UAG por todas las regiones de 2 prepas hasta 38, descentralización de la oferta educativa en Acapulco e Iguala, la UAG se masifica y pasa de 5 mil a 30 mil universitarios. (Ver acuerdos del HCU, versión electrónica y Red Uagro, 2000). El bachillerato se expande por todo el territorio y las comunidades rurales demandaban prepas en sus municipios, se contratan docentes normalistas para dar clases en elbachillerato, sin licenciatura, improvisando maestros para las carreras universitarias, dándose una masificación de la matrícula y el incremento de docentes adeptos a las corrientes universitarias de izquierda y cercanas a la rectoría, constituyendo de esa manera la continuidad de la izquierda en el gobierno universitario durante más de 35 años de la izquierda “wencista” y “excomunista” que ha gobernado a la UAgro desde 1972 hasta hoy.
Masificación vs calidad académica y corrupción y simulación académica.
 La creación de preparatorias de dos hasta 38 en todo el territorio de Guerrero hizo crecer la presencia universitaria y acarrearse con esto un gran apoyo popular, los pueblos de Guerrero defendieron a su universidad, frente a los embates de los gobiernos priístas locales y federales, las grandes manifestaciones y marchas eran apoyados por contingentes de movimientos sociales rurales, sindicales y comerciantes, llegando a concentrar decenas de miles de jóvenes y ciudadanos en defensa de su universidad.
Después del 2º periodo de Rosalío Wences en la rectoría (1978-81), por discrepancias en sus fuerzas, veta la candidatura de González Gamundi y decide apoyar al abogado Enrique González Ruíz, accediendo al poder con el apoyo de grupos wencistas de Acción Revolucionaria (antes Acción Mayoritaria), el MPD de Parra Mijangos, ex funcionario con Morales Carranza y grupos e la ultraizquierda nacional, desde los Sorianistas de Oaxaca, ligados al PROC-UP, el Comité 100 años de lucha, UNIR, MLR, etc. La confrontación con los gobiernos local y federal se recrudece, el proyecto “universidad –pueblo” se radicaliza y se extiende la universidad a las luchas campesinas, sindicales y populares como el de Acapulco e Iguala, los cívicos y militantes de la izquierda radical sobrepolitizan la labor universitaria a través de brigadas de alfabetización, servicios de atención jurídica (Bufete Jurídico popular) por todo el territorio, servicio médico, casas de estudiante (75), la mayoría controlada o
Por sus militantes, y más de 5 mil becarios que les hizo controlar el movimiento estudiantil, las escuelas preparatorias, el movimeinbto social y popular, adquiriendo gran presencia y el uso de recursos para las movilizaciones y luchas sociales-universitarias, generando una gran corrupción de funcionarios y líderes estudiantiles (los líderes del CoCo de la FEUG repartían las becas en las manifestaciones con la nómina en mano pasaban lista a los contingentes) De esa forma se fortalecieron liderazgos universitarios y sociales. La UAG tomo como bandera propia la libertad de los presos políticos y desaparecidos de la represión contrainsurgente del periodo de la “guerra sucia”, algunos exrefugiados y amnistiados encontraron refugio y protección laboral en las aulas universitarias y la burocracia universitaria, dándose una confrontación interna con los sindicatos universitarios (conducidos por los “reformistas y pescados” del PCM), líderes de la FEUG tomaban instalaciones sindicales en huelga en razón de la línea de rectoría en manos de la izquierda independiente.
La ultraizquierda se hizo antisindicalista en la UAG y actuante de la lucha social, esto dio como consecuencia la crisis de 1984 y la expulsión del recto González Ruíz de la UAG (declarado non grato por el HCU), y se adelanta la toma de posesión del nuevo rector, los comunistas se alían con el “wencismo” y se enfrentan al secretario Reyes Heróles durante un año de retención de subsidio. (Ver “Historia del STAUAG” de Peláez Ramos, UAG).
La crisis de 1984 y la Nueva UAG.
Muchos universitarios se fueron de las aulas, algunos extranjeros de Sudamérica, emigraron a otras instituciones como Sinaloa, Zacatecaz y UNAM, otros al gobierno del estado “los decembrinos”, encabezados por Leoncio Domínguez, José Luis Parra, Serafín Núñez, que obtuvieron trabajo en el gobierno de Cervantes Delgado, las movilizaciones, el apoyo popular, la resistencia de los universitarios, trabajando y dando clases, mantuvieron la labor universitaria, la UAG se tuvo en pie. La frase del rector Wences Reza: “Renovarse o sucumbir”, y “solamente que se muera el secretario, se resolverá el conflicto con la SEP”. La primera, se dio en las negociaciones de la UAG con la SEP-Gobernación, muere el secretario y el gobierno flexibiliza sus exigencias. Se cancelaron los Bufetes Jurídicos, los Servicios Médicos y la Escuela Normal Superior, se dio como plazo para esta última terminar sus cursos comprimidos en tres semanas hasta agosto de 1986, dejaron de asistir 18 mil estudiantes de todo el país, afectando la economía de Chilpancingo y cercenado este servicio al normalismo del país, se fue incapaz de proponer un proyecto alterno de nivel licenciatura y de posgrado como exigía la SEP, la UAG perdió  su “capital académico” y se reestructuró medianamente. Se realizó el primer Congreso Universitario y se reestructuraron los estatutos de la FEUG, realizando las primeras elecciones libres, eligiendo a Florentino Cruz como presidente, frente a la planilla del PRI-PST.  Se normalizan los pagos a los trabajadores y se restituye el subsidio universitario, la UAG empieza una nueva etapa con la conducción del “wencismo” y la alianza con los comunistas de Unidad Democrática, el rector Carreto se enfrenta a los cívicos y estos son golpeados y expulsados después de la toma de la rectoría por la FEUG de Florentino Cruz, resultan varios heridos de la corriente cívica “viejos” por balas tiradas entre los grupos contendientes. Dirigentes de los “nuevos cívicos”, encabezados por Armando Chavarría son boletinados en desplegado nacional y son expulsados y suspendidos sus salarios. El STAUAG exige su restitución como docente de la preparatoria 33. Se reforman planes y programas de estudio y se crean nuevas carreras y posgrados, la UAG retoma su rumbo y se despolitiza hacía afuera y se mantiene cierta confrontación interna entre los mismos grupos de ”wencistas”, “excomunistas” y la AR de Gabino Olea, llegando esta última a gobernar la Universidad por dos periodos (Gabino Olea y Hugo Vázquez), con el apoyo del gobernador Figueroa Alcocer, recibe recursos para infraestructura y es apoyado para ser diputado local por el PFCRN de Talamantes. (Ver texto de Ávila Serrano 2000. “El periodo rectoril de J. Hugo Vázquez” editado por la UAG.)
Los “cívicos” de Chavarría regresan al poder con Cruz  Ramírez y Nelson Valle.
En 1997, los cívicos y las fuerzas aliadas, UD, Fredeuag, y AR apoyan al candidato de los “cívicos” (MAR), con la bandera de la reforma uiversitaria se concita la iniciativa de promover una discusión en las Unidades Académicas y administrativas para reformar a la Universidad, se elabora un documento rector que guaría la discusión y se recogerían las propuestas de las bases de trabajadores y estudiantes sobre di versos tópicos, académicos, administrativos, políticos, de funcionamiento de sus órganos como el Consejo universitario y los procedimientos electorales para determinar a las autoridades de manera más democrática y equitativa con sentido de género. Se contó con la asesoría de la UNAM, en particular del equipo del Dr. Drucker para desarrollo universitario (CISU). El resultado del debate y soberanía del III Congreso General Universitario realizado en Acapulco en noviembre de 1999, las dirigencias de las corrientes agrupadas jugaron un papel preponderante en el consenso de los acuerdos fundamentales, separar las elecciones de rector, aumentar el periodo a cuatro años, simultaneidad en las elecciones de directores y consejeros universitarios y de unidad, fue la elaboración de una nueva Ley y Estatuto universitario, la primera sometida a la Soberanía Estatal (Congreso local), emitiéndose la nueva Ley de la UAG. Se impulsa un Nuevo Modelo Académico (libros verdes), basado en competencias, programas en red y constitución de Colegios por área del conocimiento. Se crea la Comisión de Reforma que coordina el proceso de seguimiento y consolidación de las tareas de la Reforma Académica y la Legislativa elabora los nuevos reglamentos y normatividad consecuente. Los cívicos del MAR se dividen, ante la contradicción del Dr. Ortega y el contador Cerón, Armando Chavarría propone a su compadre Nelson Valle y disputa una elecciones internas con el candidato del Fredeuag, Contreras pierde y es ungido como Secretario General en la nueva administración de Nelson Valle, se da una política ad hoc con el gobernó federal, se reconcilian con sectores priístas y son incorporados a la administración, esta apoya la carrera política de Armando Chavarría a la gubernatura y se expulsa a Hugo Vázquez acusado de desvío de recursos, este entabla juicio y gana su reinstalación y 6 millones de salarios caídos, la UAG no dio seguimiento al juicio.
El FREDEAG de Wences Reza regresa al poder con un joven neowencista Dr. Contreras Gómez, y se da continuidad a la “Reforma Universitaria”  iniciada en la normativa de Cruz Ramírez. La UAG cambia académicamente, se crean nuevas carreras y se cambian planes y programas para competir por recursos federales.  La certificación de programas es la tónica de la calidad académica, la certificación y vigilancia de las CIES, comités de pares que hacen observaciones que obligan a reformar el trabajo universitario en las Unidades de nivel superior. Se alcanza el nivel de posgrado (maestría y doctorado) más del 60% de la planta docente, en particular en de nivel superior. Aumenta el número de académicos inscritos en el SIN de áreas de matemáticas, Ciencias Biomédicas, ingenierías, ciencias agroveterinarias y de la tierra. Se crean nuevas unidades de educación superior en la Costa Chica, San Marcos y Tecoanapa. Se sanean las finanzas universitarias y se reportan los deberes con el ISSSTE y Hacienda, se normalizan las relaciones con la SEP y el gobierno del estado, la administración perredista de Zeferino Torreblanca incrementa la aportación estatal después de décadas del 10 al 15%, consistiendo en una nueva relación institucional, sin embargo hay opiniones críticas de la sobrepresencia del gobernador en la vida universitaria al presentarse a las sesiones del Consejo Universitario.
Los apoyos de Figueroa Alcocer a la administración de Gabino Olea, la intervención de Cervantes Delgado y los “decembrinos”, la visita de Ruíz Massieu a la Facultad de Derecho (1987), constituyen un cambio de actitud y una recomposición de la burocracia universitaria de izquierda con el gobierno local para obtener recursos y apoyos políticos para sostener su hegemonía universitaria, la continuidad y el mesuramiento del movimiento universitario, el control de los sindicatos y la FEUG, mediante la solución de sus demandas y sometiendo a la burocracia sindical y estudiantil con canongias y subsidios (los dirigentes del Comité Ejecutivo de la FEUG, reciben “becas” especiales que les permite ser dirigentes profesionalizados y controlados por la administración universitaria, sin cumplir su papel de defensa de los intereses de sus agremiados) Los sindicatos y representación estudiantil son controlados por la rectoría, le han permitido cierta estabilidad, sin huelgas prolongadas, sin suspensión de labores y sin promoción de la acción social extrauniversitaria, acabando con la confrontación con las autoridades locales y federales. “Se acabaron las marchas y las huelgas”, son “otros tiempos en la UAG”, han declarado Nelson Valle y Arturo Contreras, ahora “es tiempo de la academia”, la lucha es por otros medios. Dirigentes universitarios connotados han pasado de la conducción universitaria a ocupar un papel en los partidos políticos de izquierda como el PRD, Convergencia y PT, ocupando lugares en la conducción de ayuntamientos desde 1988, hasta curules en el Congreso local, y puestos en la administración local, siendo parte de la lucha política partidaria y de la nueva pluralidad de la democracia guerrerense. La UAG no deja de ser una caja de resonancia de la disputa política estatal y nacional.
La historicidad de la sociedad guerrerense determina la evolución de sus instituciones, y es parte de la resonancia de los conflictos político-sociales de las clases dirigentes y las clases populares, la Institución se ha envuelto en la disputa por el “proyecto” de las clases dominantes, sus grupos políticos (lucha entre grupos locales y sus dirigentes nacionales) por el control de la administración gubernamental y la aplicación de sus políticas públicas en las regiones en beneficio de los capitales locales, nacionales y trasnacionales, grupos caciquiles, de forma autoritaria en el “viejo régimen” y de forma coactiva en el gobierno perredista. La retórica universitaria pasa de la reproducción simbólica de la cosmovisión de la historicidad de las clases dominantes a la justificación de las políticas del periodo de la transición de derecha y de izquierda, reformándose normativamente y dando algunos “saltos” en esferas académicas, la Universidad cambia su discurso ideológico y político por el de la reforma académica de papel (bandera ideológica), redes y colegios inexistentes en la realidad, la inercia del modelo tradicional impera en la realidad, la conducta patrimonialista y la vida cotidiana de los universitarios, una planta académica envejecida (edad de jubilación sin reconocimiento de la antigüedad real, 18 años) y un déficit financiero acumulable que la mantiene postrada, sin gasto corriente, basado en la docencia, con escasa investigación y vinculación social. La cultura universitaria y la producción de conocimiento limitada, es parte de las inercias estatales, pobreza, marginación, subdesarrollo, corrupción, simulación, mediocridad, improductividad y baja calidad del producto, son los rasgos del proceso  universitario, salvo sus excepciones de producción científica, vinculación y servicio a la sociedad que compiten con el escenario universitario nacional e internacional. El sur y sus instituciones son parte de la periferia atrasada y el subdesarrollo económico, caja de resonancia de los conflictos políticos entre la oligarquía local y los grupos caciquiles y los intereses de los grupos dominantes nacionales.